Carlos Dionisio Aguirre, la relación actual entre nuestro sistema legislativo y el vertiginoso avance tecnológico

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Febrero 2019

Carlos es abogado y posee un postgrado como Especialista en Derecho de los Negocios. Es Director Académico de la International Latin University. Fundador y actual Director Internacional de AGEIA DENSI -Asociación Grupo de Estudios e Investigación Académica en Derecho, Economía y Negocios en la Sociedad de la Información-, ONG que cuenta con capítulos en varios países de América Latina. A su vez es Vice Presidente en ADIAR -Asociación Derecho Informático de Argentina- y Board Advisor de FIAM -Federación Internacional de Asociaciones Multimedia-Órgano Consultivo de Naciones Unidas para algunos de sus programas.También se desempeña como Profesor de Economía y de Economía y Derecho en Internet en la Facultad de Derecho y Cs. Soc. de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.

 

- ¿Por qué puede considerarse Internet como un recurso o una herramienta crítica? 

- La respuesta es fácil ¿Qué haríamos sin Internet? Esta es la respuesta a esa pregunta. Sin Internet hoy no funciona nada. Creo que la frase que más pánico causa a todo el mundo hoy es “se me cayó el sistema” y si ese sistema está conectado a Internet, peor. 

- ¿Qué sucede con nuestro sistema legislativo y el vertiginoso avance tecnológico? 

- Considero que hay gente que tiene la obligación de saber y no sabe, y esos son, justamente, legisladores y jueces. Legisladores que tienen que regular pero para ello, tienen que conocer y saber y si no, hacen lo que sale, y esto no es siempre lo mejor. 

- ¿Creés que es necesaria la creación de un nuevo derecho en ese sentido? 

- Soy creador de esa frase, así que absolutamente. Desde hace 15 años en la catedra de Economía y Derecho de Internet de la Facultad de Derecho hablamos de la necesidad de un nuevo derecho. Cuando empecé a mencionar el tema no tuvo aceptación, pero ahora que ha tomado cuerpo esta postura, me enorgullezco y te digo: sí, necesitamos un nuevo derecho adecuado a los tiempos, gente que sepa para poder regular y una sociedad entera capacitada. Construir la capacidad del usuario, la de cada uno de los actores que trabajan en tecnología y con Internet, porque si no, no podemos lograr algo mejor para todos. En mi primera ponencia en el Congreso Mundial de Derecho Informático planteé el uso de Internet en el comercio como factor de desarrollo de economías emergentes. Definitivamente, para esas nuevas situaciones que generan nuevos hechos y actos jurídicos, necesitamos un nuevo derecho con características propias, preventivo, universal, armónico y que entienda el fluir de la tecnología. 

"Tenemos que lograr legislaciones globales, armónicas, universales, que permitan el combate de delitos informáticos, la capacitación del usuario a nivel global y brinden las herramientas para construir algo mejor."

- ¿Podrías explicar esas características?

- Preventivo por esta característica propia de la tecnología que es avanzar explosivamente sin detenerse ante nada, y a partir de eso, estar preparado. Todas las cosas que van a suceder en tecnología son absolutamente previsibles y si no, las imaginamos y van a suceder, entonces generemos desde las Universidades laboratorios como en Estados Unidos o Europa que empiezan a imaginar situaciones y elaboran las soluciones puntuales. Con respecto a lo armónico: Internet rompe todas las barreras y las fronteras. Internet está presente en todos los ámbitos de nuestra vida. Entonces, tenemos que lograr legislaciones globales, armónicas, universales, que permitan el combate de delitos informáticos, la capacitación del usuario a nivel global y brinden las herramientas para construir algo mejor. Flexible, por esta misma característica de Internet que es que genera nuevos hechos y actos jurídicos permanentemente y entonces, cuando tenemos una situación nueva le tenemos que encontrar una solución. Debemos lograr que el derecho no sea estático, es decir, nosotros tenemos un sistema de creación de leyes, que es muy rígido, este continental europeo que tenemos en Argentina es muy rígido y tenemos que hacer que la ley marco sea un principio, un concepto pero que después en la regulación de la reglamentación podamos tener esa flexibilidad para adecuarnos a los cambios. Esto ya no lo he visto solamente yo, sino que se ha planteado en muchos casos dentro de Argentina hay personas que piensan en el Derecho y lo piensan de esta manera. 

- ¿Qué actividades se llevan adelante para actualizar nuestro sistema judicial? 

- Yo creo que eso, todos los poderes judiciales del país están trabajando para mejorar tecnológicamente, informáticamente la prestación de justicia. En muchos casos lo están consiguiendo, están trabajando sobre los procesos y sobre la parte procesal con respuestas informáticas bien, hay algunos que están muy avanzados y otros muy atrasados, pero en el caso de los que están avanzados, caso Justicia Federal, caso Provincia de Córdoba, caso Provincia de Buenos Aires, están haciendo avances desde la tecnología pero no desde el derecho. No se está logrando la necesaria multidisciplina, es decir, la colaboración entre disciplinas porque los que avanzan con la tecnología son los informáticos pero no saben nada de derecho, y los que saben de derecho no saben de informática y entonces estamos en esa grieta que necesitamos solucionarla, cerrarla. Por ejemplo hay una ley del año 2000, que es la ley de Firma Digital y la reforma del Código Civil y Comercial de la Nación, el nuevo, en su artículo 288 dice que ratifica aquella ley 25.506 diciendo que la única que se equipara a la firma hológrafa es la firma digital. En el Estado Nacional, en la Justicia Nacional, en la Justicia Federal, Córdoba y Buenos Aires por ejemplo, están usando Firma Digital para jueces y secretarios, pero no los abogados, en las tres jurisdicciones los Códigos Procesales dicen que todos los escritos deben llevar firma del letrado, como no están llevando firma del letrado porque se está haciendo con clave y contraseña, la clave y contraseña no es firma digital, ni siquiera es firma electrónica, entonces se está haciendo un procedimiento ilegal, es decir, se ha avanzado en la rapidez en la ordenación, pero no en la legalidad del proceso, y esto es algo grave, yo supongo y espero que en breve se va a solucionar. 

- ¿En nuestro país puede pensarse alguna reglamentación similar a la categoría de derecho al olvido que se dio en Europa?

- Es todo un tema, hay distintas cuestiones, hay distintas miradas. Ha pasado hace poco un caso donde los padres reclamaban tener acceso a los datos de Facebook de esa persona fallecida, esa gente no quería el derecho al olvido, querían los datos de su hijo que había fallecido para resguardarlo como una herencia digital, fíjate vos la colisión que entramos en el derecho al olvido que muchos se quieren borrar de Internet, que no quieren que sus datos sigan apareciendo en ningún lado, y por otro lado esto, ¿Cuáles son los que valen más? Considero que es algo para discutir, que es algo que va a llevar un tiempo pero que tiene mucha opinión. 

- ¿Es compatible con la legislación argentina? 

- No hoy. Se puso en vigencia la General Data Protection Regulation (GDPR) a partir del 25 de mayo del año pasado en Europa y está generando la modificación de las leyes de protección de datos en todo el mundo. En Argentina también hay un proyecto que se está discutiendo, yo creo que también deberá contemplarlo, no sé si lo tiene porque no he visto el proyecto, pero creo que debe contemplarse. 

- ¿Qué herramientas tiene al alcance la sociedad para poder ejercer sus derechos en el uso de Internet? 

- Bueno, pocos. La verdad que siempre decimos que a una persona que se le ven violados sus derechos a través de Internet se le hace muy difícil conseguir el resultado del resarcimiento, de la solución, de una respuesta en justicia, por aquel desconocimiento que hablábamos, por la falta de capacidad, por la falta de infraestructura muchas veces. También las respuestas que se dan desde los organismos que tienen que trabajar en esto a veces no alcanzan. Hay organismos que funcionan para esto, pero se ocupan de algunos delitos que se consideran “graves”: pornografía infantil, fraude bancario, causas de homicidio o con presos. Pero hay otras miles de todos los días, calumnias e injurias, que afectan muy mal a la población, al honor de las personas y que todavía no pueden ser combativas porque esas fuerzas no tienen la capacidad de infraestructura ni de recursos humanos para poder combatir la explosión de estos delitos.

- ¿En dónde te parece que radica el valor de espacios como IGF Argentina?

- Estos debates son maravillosos porque abrís la posibilidad de escuchar nuevas opiniones, nuevas ideas y comentarios, hay mucha gente que nos decimos “especialistas” o que sabemos de estas cuestiones y cuando te abrís a escuchar otras posiciones muchas veces te dan luz o te dan otra perspectiva y te dan otra mirada que nos sirve para encarar también nuestros propios conceptos en otra dirección o decir “Ah mirá vos, no se me había ocurrido”, esto de las múltiples partes interesadas es fantástico, y creo que debería potenciarse para que no solamente en Internet, sino a nivel global en todas las organizaciones que tienen intereses que trabajan con personas haya esto de involucrar a todos los actores interesados.