Nicolás Echániz: "El trabajo que hacemos en AlterMundi es acompañar y fomentar los procesos de apropiación de tecnología"

Octubre 2019

Nicolás es miembro de AlterMundi y trabaja con redes comunitarias hace más de una década. Es co-diseñador del modelo de red mesh multi-radio que AlterMundi comparte con comunidades que buscan construir su propia infraestructura de comunicaciones.

-¿Cómo es el trabajo que se realiza con las comunidades rurales al momento de instalar y conectar las redes comunitarias?

Generalmente, las comunidades son las que empiezan el proceso. Éstas están excluidas no solo de las comunicaciones, sino también de otros derechos básicos como la vivienda, el transporte, la educación, la salud, etc. Entonces, ya saben que para tener agua tienen que organizarse, que para tener una calle arreglada tienen que hacerlo ellos mismos. Y cuando ven que ni el Estado ni las empresas los “conectan” a Internet también resuelven hacerlo por sus propios medios. De nuestra parte, el trabajo que hacemos es acompañar y fomentar los procesos de apropiación de tecnología. No vamos a un pueblo a decirles cómo organizarse ni qué tienen que hacer y, tampoco, a instalar tecnología que después nadie va a mantener ni sabe cómo gestionarla. 
Entonces, el proceso es tecnológico pero, ante todo, social y organizativo. AlterMundi comparte sus saberes, pone en común herramientas y vínculos con otras experiencias y a disposición un modelo de red, que ante todo, se orienta en ser de gestión social. Esa es la parte más importante: que las comunidades puedan construir sus propios pedacitos de Internet. 

"Es importante que se desarrollen políticas públicas que pongan a disposición herramientas para garantizar el derecho a la comunicación en zonas donde las empresas no van a llegar nunca, por una cuestión de rentabilidad."

-¿Qué aportes conocés que realiza el sector público para garantizar el mínimo acceso a Internet de los sectores con menos recursos? 

En el caso de las redes comunitarias de Internet del Valle de Paravachasca (QuintanaLibre, LaBolsaLIbre, etc.), donde participan más de 70 familias con nodos en sus viviendas desde hace casi 8 años sostenidos, el convenio que se tiene con la Universidad Nacional de Córdoba es un importante aporte. Mediante el mismo, estas redes hacen uso de la banda ancha ociosa. De esta manera, un recurso público que ya está “pagado” es redistribuido para que más personas sean beneficiarias. Es algo importante para difundir porque lo mismo se puede hacer con la banda ancha ociosa de las escuelas rurales, los municipios, comunas, puntos digitales. En algunos de los casos, en las comunidades rurales, hay un punto WiFi cercano que puede ser repartido para que esté a disposición de las personas en más lugares sin tener que estar condicionados o limitados por la escasez de recursos económicos del lugar. Lo que estaría bueno que empiece a suceder es que, el sector público, empiece a compartir recursos e infraestructuras con redes comunitarias.

-De qué manera se puede estimular las inversiones del sector privado en redes comunitarias? ¿Cómo ves el rol del Estado en relación al desarrollo de redes comunitarias? 

El rol del Estado es relevante. Es importante que se desarrollen políticas públicas que pongan a disposición herramientas para garantizar el derecho a la comunicación en zonas donde las empresas no van a llegar nunca, por una cuestión de rentabilidad. Especialmente, en un país tan grande como Argentina, donde hay lugares en los que la densidad demográfica es tan baja que nunca serán un buen negocio para un operador privado y donde el Estado no tiene la capacidad de llegar con acciones que garanticen la sostenibilidad en el tiempo de estas redes y el servicio. Para eso existe el Fondo de Servicio Universal. Son urgentes las políticas públicas que caminen en ese sentido. 

-En la charla realizada en NIC Argentina sobre Redes Comunitarias, afirmabas que: “hay que generar planes a corto plazo para mejorar el diálogo que hay entre los proyectos de redes comunitarias y las empresas.” ¿Qué tipo de planes propondrías? ¿Cómo pensás que podrían llevarse a cabo?

La propuesta durante la charla fue muy específica: grandes proveedores, como Telefónica, podrían realizar acuerdos de interconexión con redes comunitarias en barrios populares donde ellos mismos no prestan servicio, ya sea por política comercial u otras decisiones. En lugar de dejar estas zonas sin servicio y quedarse por completo fuera del potencial negocio, estos proveedores podrían ofrecer un precio accesible por Mbps a proveedores comunitarios sin fin de lucro que operen en esos sectores. El Estado podría, inclusive, subsidiar ese precio otorgando fondos a los proveedores comunitarios para la compra del ancho de banda, entendiendo que la comunidad está auto-proveyéndose un servicio que debería estar cubriendo el Estado.

-¿Nos contarías qué aporta el modelo de red mesh multi-radio a las diferentes comunidades? 

Actualmente ese modelo es un proyecto hermoso que se llama LibreRouter. Se trata de un ecosistema de hardware y software de código abierto en conjunción a herramientas de soporte remoto y formación para referentes regionales en redes comunitarias. 
Se puede leer más información en la documentación realizada para las comunidades que desean desplegar redes comunitarias en este enlace https://librerouter.org/. En resumen, es un modelo descentralizado, en malla y de gestión social que permite que personas sin formación técnica específica pueda montar sus propias infraestructuras de comunicación y que la red pueda ir creciendo y escalando a medida que  más “nodos” o familias se conectan y organizan. Son infraestructuras que son sostenibles porque son mucho más asequibles que otras, y la pata fuerte de sostenimiento es el que aportan las mismas comunidades. Lo más importante que tiene una red comunitaria es la comunidad. 

Nicolás y router

-¿Qué balance podrías hacer del camino recorrido hasta acá por la asociación que integrás (AlterMundi)? ¿Cuáles son los próximos objetivos que tienen en mente? 

La hoja de ruta de AlterMundi está marcada por la visión de generar mejores condiciones para que los procesos de apropiación de tecnología por parte de las comunidades sean posibles. Para eso, los desarrollos de hardware y software y también de documentación y formación que se vienen en los próximos meses apuntan a fortalecer ese aspecto. Que las personas puedan gestionar socialmente sus redes comunitarias. En simultáneo, trabajar para generar incidencia que colabore a lograr que existan políticas públicas que ofrezcan recursos, como fondo de servicio universal, para fomentar a las redes comunitarias, tanto en zonas rurales como áreas excluidas cercanas a las ciudades.