Hernán Arcidiácono dialogó sobre el estado de la conectividad en nuestro país

Compartir

Entrevista Hernán Arcidiácono
Septiembre 2018

Se desempeña actualmente como CTO de IPLAN, empresa argentina proveedora de servicios de Telecomunicaciones, Data Centers y Soluciones IT. Es Ingeniero Electrónico de la Universidad Tecnológica Nacional y posee un Master en Administración de Empresas. Colabora activamente en CABASE (Cámara Argentina de Internet) coordinando el punto de intercambio de tráfico de Buenos Aires y es integrante de LAC IX y de LACNIC.

 

¿Cómo definirías a las infraestructuras críticas?, ¿por qué se empieza a hablar más de este concepto?

Las infraestructuras críticas son aquellas que en caso de falla o mal funcionamiento generarían un importante impacto social o económico. Dicho impacto debemos entenderlo como producto de la inexistencia de alternativas y su grado de alcance debería ser medido por la duración, usuarios afectados y/o extensión geográfica. Claramente el mundo necesita de ciertas infraestructuras para mantener su funcionamiento y la toma de conciencia de esta situación es parte de lo que pone el tema sobre la mesa.

¿Por qué se habla de criticidad?, ¿qué es lo que le da esa característica?, ¿tiene consecuencias categorizarla como crítica?

Debo aclarar que si bien el tema de infraestructuras críticas tiene que ver con varios tipos de infraestructuras, por mi área de experiencia, me es inevitable opinar sobre el concepto aplicado a Internet. No voy a decir nada nuevo si digo que si hoy se empieza a hablar del concepto en Internet es por el impacto que ésta tiene en nuestras vidas, ya sea que hablemos como empresas, Estado o ciudadanos. De todas formas, no estoy seguro que debamos considerar a Internet como una infraestructura crítica. A diferencia de la industria de la energía que se basa en mercados regulados y de monopolios naturales para parte del modelo, Internet se ha desarrollado de una forma desregulada. Las pocas reglas que existen, algunas de ellas adoptadas en forma de mejores prácticas, nacen para dar igualdad de condiciones a los actores del ecosistema y un marco ordenado a un servicio que crece sin parar desde hace años y cuya tasa de crecimiento no parece desacelerarse.
En este marco, las componentes críticas que Internet pudiera tener encuentran mitigación en iniciativas de la propia comunidad. Creo que el universo del DNS es un buen ejemplo, donde los servidores raíces tienen múltiples réplicas por todo el mundo eliminando la posibilidad de falla por caída de uno o varios de ellos, o las iniciativas de servidores Anycast de algunos Dominios de Nivel Superior (Top Level Domains o TLDs). Es decir, si hay alternativas, la criticidad baja y el impacto por falla o mal funcionamiento se mitiga, e Internet ha sido buena evolucionando en este sentido. Como cierre, creo que la categorización como infraestructura crítica algunas veces asusta porque atrás de ella se teme a la regulación. La regulación no es mala per se, hay que aplicarla donde se necesite y hoy no creo que la infraestructura de Internet la requiera dado que la historia muestra que el ecosistema ha sido exitoso en autorregularse y adoptar soluciones que hacen a la infraestructura resiliente.

¿Cuál es el estado de conectividad en la región y, particularmente, en Argentina?

La conectividad puede tener varios componentes: de la región con el resto del mundo; entre países de la región, denominada intra-región; la local en cada país y los contenidos disponibles; y las Redes de Acceso. Si bien el aumento del tráfico local va quitando participación al que viene de fuera de la región, Estados Unidos sigue siendo el principal destino. Salvo algunas excepciones, la mayoría de los países de la región tienen buena conectividad. Respecto del tráfico intra-región ha mejorado mucho y entre varios de nuestros países se encamina en forma directa. Si bien no todo el tráfico debiera quedar dentro de la región, dadas las distancias geográficas que hacen razonable una posta en Estados Unidos, queda camino por recorrer. En los tráficos que se resuelven localmente es donde tenemos numerosos casos de éxito, fundamentalmente de la mano del desarrollo de Puntos de Intercambio de Internet (IXPs) - lugares físicos donde se conectan diferentes redes para intercambiar tráfico de Internet -y que han sido punto de inclusión para muchos Proveedores de Servicios de Internet (ISPs) y de atracción para las Redes de Distribución de Contenidos (CDNs), -un conjunto de servidores que disponen de copias de determinado tipo de contenido y que se localizan geográficamente en diferentes puntos estratégicos, lo que les permite ofrecer los contenidos de una manera mucho más rápida y ágil-. Los proyectos de CABASE, del Comité Gestor de Internet (CGI) de Brasil y muchos otros, son muestra de la importancia de los IXPs para un país. Este punto creo es el fuerte en varios de nuestros países. Finalmente, las redes de acceso son un pendiente. Salvo excepciones como las de Uruguay con un despliegue masivo de GPON en gran parte del país, a la región le queda mucho por hacer.

¿Qué estrategias creés que se deben implementar para poder mejorar el acceso a la banda ancha en el país?

Hay que lograr que tengamos mayor desarrollo de redes de acceso por fibra óptica, entendiendo que es esta la tecnología que en el largo plazo se impondrá, no sólo por sus capacidades actuales, sino también por las futuras. Además, buena llegada de redes de transporte a las localidades donde puedan desarrollarse, fomentando la concentración de las mismas en puntos regionales que minimicen la centralización que hoy se da de facto en Buenos Aires. Fomentando esas dos iniciativas, el ecosistema de Internet hace el resto, como la conformación de IXPs y el despliegue de CDNs, entre otros.

¿Cómo pensás que se puede definir la “contienda” judicial y legislativa que se está dando en Estados Unidos en relación al fin de la neutralidad de la red? ¿Puede tener un efecto dominó en nuestro país?

Ante todo debo decir que soy un defensor de la Neutralidad de Red y que la falta de ella en el largo plazo presenta riesgos deseables de evitar. Los grandes ISPs se benefician con la no Neutralidad, pero creo que también lo harán las grandes empresas cuyo negocio se gestiona a través de Internet (redes sociales, plataformas e-commerce), quienes podrán cerrar con los primeros acuerdos explícitos o implícitos convenientes para ambos. Prueba de esto son los esquemas de Zero Rating que abundan, donde la red celular no cobra el tráfico sobre alguna aplicación y sí sobre competidores de la misma. Además, en un mundo donde hablamos de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), ¿es coherente que su funcionamiento esté basado solamente en declaraciones de transparencia en el manejo de tráfico y no en un trato igualitario del mismo como requiere la Neutralidad de Red? Veo un expuesto peligroso en la eliminación de la Neutralidad de Red. Esperemos, como país, tener la independencia de criterio que nos permita decidir soberanamente y no replicar modelos porque sí.

¿Qué expectativas te genera el lanzamiento de la Coalición IPv6?

¡Bienvenida! Nos lo debíamos como país. Creo en un modelo de construcción colectiva. Si los distintos sectores nos podemos sentar a trabajar colaborativamente en un tema como IPv6, que sin duda es de interés nacional, no puedo más que celebrarlo y sumarme al equipo.