¿Cómo se informan los adolescentes?

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Mayo 2019

Internet se ha transformado en la principal fuente de información de los jóvenes contemporáneos. Según investigaciones internacionales un 80% de los jóvenes solo ingresa al primer enlace que les aparece en una búsqueda en la red.

 

Las tecnologías digitales provocaron importantes cambios en las prácticas comunicacionales, transformando los modos de consumo de información de los diferentes públicos. La red proporciona un escenario repleto de posibilidades que rompe con el modelo de comunicación unidireccional, y además almacena una cantidad de contenido que está disponible en cualquier momento y lugar. En este marco, diferentes estudios internacionales mostraron que los adolescentes se trasladaron al entorno digital para buscar todo tipo de información, teniendo en cuenta que la vida diaria de los menores de 18 años está atravesada por las tecnologías, donde pasan la mayor parte de su tiempo.

El Estudio Internacional sobre Alfabetización Computacional e Informacional (ICILS, en inglés), de la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo (IEA, en inglés) mostró que un 58% de los jóvenes escolarizados de la Ciudad de Buenos Aires usa una computadora para buscar información y que dentro de este porcentaje, un 74% utiliza las diferentes redes sociales. La investigación también reveló, que a nivel internacional, el 80% de los chicos solo ingresa al primer enlace que aparece en una búsqueda en Internet, mientras que un 50% confunde información con publicidad. Sumado a esto, resulta que presentan complejidades para identificar cuándo un sitio es confiable y cuándo no lo es o cuál es la fuente autorizada para tratar ciertos temas. Particularmente en las redes sociales, los chicos suelen confiar más en quién le envió la información que en el autor. En muchas ocasiones, este es el origen de las mal llamadas fake news (o desinformación), y de por qué circulan y se viralizan. Esto demuestra que los adolescentes poseen graves dificultades, limitaciones y carencias a la hora de informarse

Diversas instituciones como la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) realizaron un seguimiento de esta realidad y advirtieron que es necesario actuar con rapidez para mitigar las consecuencias que esté presente puede producir a futuro. Es por eso que concentraron sus esfuerzos en planificar campañas acerca de la formación escolar que reciben los chicos y adolescentes haciendo hincapié, principalmente en la importancia de generar competencias reflexivas en chicos y adolescentes. 

“El foco debe estar en los jóvenes”, afirma Roxana Morduchowicz consultora de la UNESCO en temas de educación y tecnologías y autora del libro “Ruidos en la web: Cómo se informan los adolescentes en la era digital”, “porque son un grupo social en formación, que debemos apuntalar. Es una generación que nació ya con Internet y las nuevas tecnologías. Se suele decir que los adolescentes manejan mejor las tecnologías que los adultos, pero hay que insistir en que es un uso exclusivamente instrumental: conocen la herramienta, el soporte, pero carecen de un criterio crítico y reflexivo que es el que queremos promover”

 

Algunas recomendaciones para informarse en Internet

  • Al realizar una búsqueda, seleccionar de manera consciente las palabras que la originarán para que los resultados que se obtengan sean lo más precisos posibles.
  • No utilizar sólo el primer enlace que aparece en el buscador y, por el contrario, consultar más de un sitio web para comparar los datos que ofrece cada uno sobre un mismo tema.
  • Verificar si la información obtenida proviene de instituciones o autores reconocidos y confiables.
  • Identificar las fuentes que utiliza el texto y reconocer si están autorizadas para tratar el tema.
  • No confundir cómo llegó la información (a través de un amigo o un contacto) con la fuente (quien originó dicha información).
  • Analizar si las imágenes o videos contenidos en ciertos textos han sido manipulados o sacados de contexto.
  • Utilizar y compartir sólo los contenidos sobre los que se hizo todo este ejercicio previo.